Sazona con sal y pimienta al gusto los redondos de pollo.

Coloca en una sartén, a fuego medio, un buen chorro de aceite de oliva. Marca los redondos por todas sus caras hasta dorarlos.

Pica la cebolla bien fina. Macha en un mortero dos ajos y dos ramitas de perejil.

Una vez dorados los redondos, incorpora la cebolla picada. Deja que la cebolla se sofría. Verás que ya está hecha cuando empieza a estar trasparente. Añade el ajo y perejil, en el momento que empiece a dorar el ajo añadir  la copita de brandy. Deja que se evapore el alcohol. 

Añade 300 ml de caldo de pollo caliente, las patatas peladas y cortadas en gajos y los frutos secos. El resto de caldo servirá para ir añadiendo al guiso cada vez que lo necesite.

Cocina tapado hasta que las patatas estén tiernas. Añade caldo o agua cada vez que sea necesario para que no se te seque. Dale vueltas a los redondos de vez en cuando para que se cocine bien por todas sus caras. Cuando las patatas estén tiernas apaga el fuego.

Retira los redondos de pollo y quita la red que los sujeta. Corta rodajas de un centímetro aproximadamente y sirve con las patatas, los frutos secos y un poco del jugo de la cocción.

Los redondos de pollo los puedes encontrar en el supermercado ya hechos, incluso cocinados. Los puedes encontrar con muchos tipos de relleno, elije el que más te guste.

En el «super» también encontramos pequeñas bolsas con surtidos de frutos secos muy apropiados para esta preparación.